¿Qué es la neurología?

La humanidad, desde su nacimiento, se ha empeñado en conquistar la realidad. La ciencia nos ha permitido expandir las fronteras del conocimiento y siquiera empezar a comprender los misterios del universo. Podemos esbozar los principios cuánticos de la creación y, sin embargo, aún desconocemos por completo cómo funciona nuestro cerebro.
La neurología, además de ser la pasión de mi vida, es la especialidad que se encarga de desentrañar los secretos del sistema nervioso que es el epicentro de la experiencia humana. Es como un director de orquesta encargado de dirigir cada detalle de la sinfonía de nuestras vidas, de manera perpetua y sin descanso. Desde los más simples actos como respirar hasta las proezas emanadas de la creatividad y el pensamiento abstracto.
¿Quiénes componen el sistema nervioso?
Cerebro: Es el centro de control y está dividido en diferentes regiones que se encargan de funciones específicas, como el pensamiento, la memoria, las emociones, el lenguaje, la coordinación motora y la percepción sensorial.
Médula Espinal: Se extiende desde la base del cerebro hasta la parte baja de la columna vertebral y sirve como una vía de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. La médula espinal es responsable de transmitir los mensajes nerviosos que controlan el movimiento muscular, la sensación y los reflejos.
Nervios Periféricos: Son como cables que conectan el cerebro y la médula espinal con los músculos, la piel y los órganos del cuerpo. Estos nervios llevan información sensorial desde el cuerpo hasta el cerebro (como el dolor, la temperatura y el tacto) y transmiten señales motoras desde el cerebro hasta los músculos para controlar el movimiento.
¿Qué enfermedades afectan al sistema nervioso?
Existen numerosas enfermedades que pueden afectarla, desde trastornos temporales y tratables hasta condiciones crónicas y degenerativas:
- Dolores de cabeza: Son trastornos comunes que afectan a millones de personas en todo el mundo. El cráneo es una bóveda que simula la caja de Pandora, uno nunca sabe qué hay dentro de ella. La causa de la cefalea puede ser tan leve como una cefalea asociada a tensión o mortal como un aneurisma roto. Dentro de ellas, las migrañas pueden ser especialmente discapacitantes por su severidad y frecuencia, pero sobretodo porque son subdiagnosticadas.
- Epilepsia: Es un trastorno neurológico caracterizado por la aparición no provocada de crisis epilépticas recurrentes, que pueden variar en severidad y duración. Las más conocidas de este grupo son las convulsiones, pero existen muchas otras que pueden ser pasadas por alto tanto por pacientes como por médicos. La epilepsia puede ser controlada con medicamentos en muchos casos, pero en otros puede requerir tratamiento adicional.
- Enfermedades neurodegenerativas: Incluyen condiciones como el Alzheimer, que involucran la degeneración progresiva de las células nerviosas en el cerebro y/o la médula espinal. Estas enfermedades se caracterizan por manifestarse con pérdida de memoria, deterioro cognitivo, problemas de movimiento y discapacidad eventualmente. Por ello, es vital una detección en fases precoces.
- Enfermedades desmielinizantes: Grupo de condiciones autoinmunes, como la esclerosis múltiple, que afectan el sistema nervioso central, causando inflamación y daño en la mielina, la capa protectora que rodea las fibras nerviosas. Esto puede provocar una variedad de síntomas, que van desde problemas de visión y fatiga hasta dificultades para caminar y hablar.
- Accidente cerebrovascular (ACV): Ocurre cuando el suministro de sangre al cerebro se interrumpe, ya sea debido a un bloqueo en una arteria (ACV isquémico) o a la ruptura de un vaso sanguíneo (ACV hemorrágico). Los accidentes cerebrovasculares pueden causar daño cerebral permanente, ser altamente discapacitantes y potencialmente mortales. Es uno de los problemas que más frecuentemente se atienden en la consulta.
- Neuropatías periféricas: Son trastornos que afectan los nervios periféricos fuera del cerebro y la médula espinal. Pueden ser causadas por una variedad de factores, como lesiones, infecciones, diabetes y enfermedades autoinmunes, y pueden causar síntomas como dolor, entumecimiento, hormigueo y debilidad muscular predominantemente en manos y/o pies. Muchas veces es difícil encontrar la causa de fondo.
- Trastornos del movimiento: Incluyen enfermedades como el Parkinson, el temblor esencial y la distonía, que afectan la capacidad del cuerpo para controlar el movimiento de manera normal. Estos trastornos pueden causar temblores, rigidez muscular, movimientos involuntarios y dificultades para caminar y hablar.
- Dolor de espalda/cuello: Probablemente el motivo de consulta más frecuente en la consulta debido a que es bastante común. El problema es que son molestias que el paciente subestima y con el tiempo se complican hasta comprometer las raíces nerviosas hasta producirse una radiculopatía. Esto genera dolor intenso e incapacita al paciente y muchas veces no deja que regrese a su estilo de vida normal.
- Otras enfermedades menos frecuentes: Como la miastenia gravis, que requieren una evaluación muy profunda debido a que no existen pruebas que nos confirmen el diagnóstico. Además, el tratamiento muchas veces sigue siendo un arte.
- Manifestaciones neurológicas de enfermedades sistémicas: Los problemas de otras partes del cuerpo casi siempre repercuten sobre el sistema nervioso. Patologías como el cáncer, cirrosis, hipo e hipertiroidismo, artritis reumatoidea (AR), lupus eritematoso sistémico (LES), déficit de vitamina B12, enfermedad renal crónica (ERC), etc. En algunas ocasiones he podido hacer el diagnóstico de un cáncer oculto por sus manifestaciones neurológicas, lo que permite la referencia a un especialista adecuado y brindar un tratamiento oportuno en lugar de brindar simplemente un tratamiento sintomático mientras el problema oncológico avanza.
¿Qué hace un neurólogo como yo?
Como ya debe suponer, la neurología abarca una amplia gama de padecimientos, debido a la increíble complejidad del sistema nervioso y a que este se puede afectar de manera secundaria a enfermedades sistémicas. Pero podría decirse algo similar de cualquier especialidad de la medicina tal vez. Sin embargo, lo que hace tan especial a esta rama, es que la historia clínica y el examen neurológico es algo que no puede ser reemplazado por ningún examen auxiliar. Es decir, es crucial sentarse con el paciente y conversar ampliamente sobre sus padecimientos para poder llegar a un diagnóstico adecuado. No dependemos de ningún examen auxiliar, nuestras manos están entrenadas para detectar las alteraciones más sutiles. Adicionalmente, es necesario ser un maestro de la anatomía, fisiología, semiología y neurología clínica para poder ayudar al paciente lo que constituye en un gran bagaje de conocimientos.
Adicionalmente a la parte académica, es vital la responsabilidad que tenemos con el paciente, ya que estas enfermedades pueden llevarlo a perder su identidad, independencia y hasta dignidad como persona. La habilidad de poder desarrollar una relación a largo plazo con el paciente y la familia me parece lo más importante para un buen tratamiento. Al ser conscientes de una enfermedad que puede arrebatarles la conciencia poco a poco es común que se presenten comorbilidades como la ansiedad y depresión, las cuales tenemos que identificar y tratar oportunamente. Entonces es mandatorio que los pacientes confíen en su médico para que las cosas vayan a buen puerto.